Lady Desidia
El arte de dar vida a los pequeños detalles
Cuando decidimos llamar a Lady Desidia para encargarle las ilustraciones que llevan las etiquetas de los vinagres Barbadillo, sabíamos que ella conseguiría plasmar exactamente lo que andábamos buscando pero que a la vez, conseguiría alcanzarnos con un toque especial de asombro.
La delicadeza de su trabajo, la simplicidad cargada de detalles, es algo que nos cautivó desde los primeros borradores, que fueron luego puliéndose poco a poco hasta lo que son hoy en día.
Contar con Lady Desidia para diseñar también los estampados de nuestros nuevos papeles encerados ha sido cerrar el círculo de una colaboración que nos ha dado muchas alegrías.
Pero queríamos tirar del hilo, queríamos adentrarnos en los orígenes de su trabajo, en las inspiraciones que le han traído hasta aquí atravesando el pulso de sus pinceles. Y entre montañas de papeles con dibujos y bocetos, ella nos susurra un nombre: William Morris. Y nosotros, corremos a la estantería para rebuscar entre sus libros.
Flores, hojas, naturaleza, aves, plantas que se enroscan creando composiciones que nos
envuelven nada más abrir las tapas. Buceamos un poco por las páginas, despacio, y
leemos que Morris fue un amante de lo artesanal.
Dedicó su vida a defender lo manual fente a la mecanicista de los procesos artísticos y encontramos una conexión indudable con Barbadillo: el tiempo lento, el saber hacer, la conciencia puesta en el proceso de creación, ya sea un estampado o un buen vino.
Además, William Morris publicó igualmente libros de poesía. Otro eslabón que resuena en la historia de nuestras bodegas y especialmente con la de uno de sus primeros presidentes, Manuel Barbadillo, cuya pasión por la poesía convivió durante toda su vida con su pasión bodeguera y que tanto han marcado el carácter y los valores de nuestra casa.
La obra de Lady Desidia , tan personal y tan mágica, busca camino en la geometría de los patrones del papel encerado. El uso del color y su dominio para representar los pequeños detalles que nos rodean, los dota de vida y les otorga un latir pausado y enérgico.
Su mirada al mundo natural, tan presente en sus dibujos, su capacidad de captar la esencia de los objetos vivos…
todo queda recogido en su pequeño universo.
Verla concentrada sobre un papel en blanco, ciudadana efímera de un mundo personal que no podemos habitar, nos conecta de forma directa con el mimo y la personalidad de las tiradas pequeñas, de lo singular que ocurre en nuestras bodegas. Lady Desidia utiliza el trazo como metáfora y se descubre a ella misma tratando de entender la vida a través de sus pinturas.
Sin duda, el pasado se abre paso a través de ella y en ella gana fuerza, en esta cadena temporal que funde épocas, tiempos y disciplinas (ilustraciones, uva, estampados, poesía) bajo el mismo paraguas del saber hacer y el cuidado oficio que no entienden de prisas.